Hace mucho tiempo que quería hacer esta caminata pero, siempre por algún motivo, se resistía. Por fín hoy pude cumplir mi deseo: bajar el barranco de Masca desde el caserío hasta su playa, bañarme, subirme al barco y disfrutar de la compañía de los delfines en alta mar.
La pateada duró unas cuatro horas haciendo un descanso a mitad de camino para un tentenpié.
Puedo comentar que ha sido la más impresionante de cuantas he realizado. Te sientes una hormiga pasando entre esas elevadas paredes verticales. Apenas alcanzas a ver su cima.
También llamó mi atención la flora del Barranco. Encontramos "Amargosa" (Vieraea laevigata), cuyo nombre científico hace honor al historiador canario Viera y Clavijo; "Malva de risco" (Lavatera acerifolia); "Cabezón de Masca" (Cheirolophus canariensis); "Palomera" (Pericallis lanata); "Oreja de burro" (Salvia broussonetii); "Tabaiba morisca" (Euphorbia regis-jubae) y otras especies de gran interés botánico.
En todo el recorrido estuvo presente el agua...
Al final del camino, por partes difícil por los saltos que encontrábamos, llegamos a la playa, donde pudimos descansar y darnos un baño relajante.
Tras una hora subimos al barco que nos llevó hasta el puerto deportivo de Los Gigantes acompañándonos, en todo el recorrido, un grupo de cinco delfines que nos deleitaron con sus salidas a la superficie del mar.
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