Un vez más podemos observar en Las Cañadas del Teide el espectáculo de color que nos ofrece la Primavera todos los años. Impresionante luz acompañada de los rojos intensos del elegante tajinaste, del blanco limpio de la flor de la retama y de los ocres que ofrece la lava erosionada por las nieves de los inviernos pasados.
La estampa es inmejorable. Los tajinastes salen entre las piedras, en un terreno hostil para cualquier otra forma de vida. Sus rojos intensos atraen cada año a un elevado número de insectos que los adornan con zumbidos, en ocasiones ensordecedores.
Un espectáculo que no podemos dejar de grabar en nuestras retinas cada año.
la gente que hemos visitado el Teide,en esa época, recordamos esas cañadas con sus colores impresionantes y de pronto, te encuentras con los tajinastes. Esa planta que parece irreal de lo bonita que es, Altay cuajada de unas hermosas florecitas que hace que nos sintamos extasiados por esa madre naturaleza, que tantas veces maltratamos, que es capaza de crear esa maravilla. Ciao
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