sábado, 24 de septiembre de 2011

Pateada Erjos-Monte del Agua

Esta vez comenzamos nuestra caminata en la Plaza de Erjos para llegar, por la carretera, al comienzo del sendero que nos lleva a las charcas de Erjos. Subimos hasta una degollada y nos metimos en el Monte del Agua realizando un camino circular para terminar en la plaza de nuevo.
Se trata de uno de los conservados montes de laurisilva de Tenerife que aún mantiene las heridas del último incendio que sufrió.










miércoles, 14 de septiembre de 2011

Roma

Cuenta la tradición que Roma fué fundada en el 753 a. de C. cuando Rómulo traza un surco creando los límites del primer núcleo de la ciudad. Después de Rómulo siguieron seis monarcas: Numa Pompilio, Tullo Ostilio, Anco Marzio, Tarquinio Prisco (al que se debe la construcción del Circo Máximo, la Cloaca Máxima y la Carcel Memertina), Servio Tulio y el último de los reyes Tarquinios conocido como "el Soberbio" ante cuya tiranía se levantó el pueblo naciendo así la República (509 a. de C.). Con la República, el Senado elegía al responsable del estado; dos Cónsules que sustituyeran al rey, diputados al gobierno de Roma.
El pueblo de Roma tuvo que hacer frente a múltiples guerras con pueblos extranjeros e incluso a guerras civiles.
En el año 71 a. de C. Pompeyo y Crasso, cónsules de Roma, dieron un nuevo valor al Senado, favoreciendo a los tribunos y caballeros. Estos cónsules firmaron un acuerdo con un aristócrata que luego se convertiría en cónsul: Cayo Julio César. Este, tiempo más tarde, provocaría la huída de Pompeyo, tras la muerte de Crasso, a los Balcanes donde sería derrotado en la Batalla de Farsalia.
Tras la victoria, César es nombrado dictador y atesora un gran poder, pero es asesinado por un grupo de senadores encabezados por Bruto y Cassio.
Estos últimos fueron posteriormente derrotados por el triumvirato formado por Marco Antonio, Lépido y Octaviano.
Octaviano, tras acabar con el triunvirato, generó un largo periodo de estabilidad en Roma creando los cimientos para el futuro nacimiento de la Roma Imperial. Así se hizo nombrar Emperador en el año 23 a. de C. Con Octaviano Augusto apareció uno de los momentos más importantes de la cultura romana: se construyen arcos de triunfo, foros imperiales, monumentos...
Tras su muerte el emperador es su hijo Tiberio, siguiéndole al frente de Roma: Calígula, Claudio y Nerón. Este último generó una política del terror y fué depuesto por el Senado. Tras él, el Senado eligió a tres emperadores: Galba, Otón y Vitelio.
Aparece la figura de Vespasiano, que dió origen a la dinastía Flavia restaurando el órden en Roma. Le sucedieron sus hijos: Tito y Domiciano (que reinó como un tirano con órden militar). Domiciano fué asesinado en el año 96 d. de C. y el Senado nombra Emperador a uno de sus miembros: Nerva, generándose a partir de aquí grandes períodos de paz y properidad para Roma.
Durante la época de Nerón ocurrió el gran incendio que arrasó la ciudad. Sin embargo tras este incidente se asistió a un importante desarrollo urbanístico, construyéndose el Coliseo, las Termas y el estadio de Domisiano (hoy Plaza Navona).
A Nerva le sucede Trajano (de orígen hispánico), un importante general del ejército, y que llevó al imperio a su mayor extensión tras ganar las batallas de Dacia, Mesopotamia y Arabia.
Adriano fué su sucesor pero prefirió una política pacificadora y dedicada más al arte. Le siguieron al frente del imperio: Antonio Pío, Marco Aurelio y Cómodo. Tras este último, un comandante militar llamado Septimio Severo creó la monarquía militar centrándose más en la defensa de los territorios conquistados que en ampliarlos.
Su hijo, Caracalla, tomó el relevo y promulgó la "constitutio antoniana". Tras la muerte de Alejandro Severo, último de la disnastía, sube al poder Aureliano, quien manda construir la hoy conservada muralla aureliana que rodea Roma.
Diaclesiano le sigue en el poder pero abdica y es Constantino quien le continúa al frente tras derrotar a su rival Majencio. Es este quien reconoce la libertad de culto al cristianismo.
Constantino traslada la capital del Imperio desde Roma a Bisancio conocida luego como Constantinópolis (330 d. de C.).


Roma es la ciudad de las siete colinas: Capitolio, Palatino, Aventino, Quirinal, Viminal, Esquilino, Caelius, con una superficie es expansión de unos 1500 Km2. Soporta una entrada media de turistas anuales de unos 12 millones siendo la ciudad más visitada del mundo y les puedo asegurar que se nota.
Son 28 siglos de historia que difícilmente se pueden concentrar en un viaje de 10 dias o en las pocas frases de esta entrada al blog, pero intentaremos resumir.
En la ciudad podemos encontrar unas 300 fuentes y 400 iglesias, además de monumentos civiles y militares, todo esto descontando los monumentos y ruinas encontradas desde la antigüedad.
A Roma llegamos por avión desde Madrid al aeropuerto internacional Leonardo da Vinci-Fiumicino. Allí teníamos alquilado el transporte con una empresa privada que nos traladó al hotel justo frente a la terminal de tren y metro de Termini. A quien quiera conocer Roma le aconsejo que busque un pequeño hotel del interior si lo que quiere es moverse a pié (Roma en coche es caótica) y la zona cercana a Termini es un de las mejores ya que puedes encontrar el metro, autobuses y trenes, además de estar muy cerca del centro histórico de la ciudad.
En nuesto primer día alquilamos un bus panorámico que recorre la ciudad para poder situar los lugares más emblemáticos de obligatoria visita. El segundo día, y dado que el bus te permite bajar y subir cuantas veces necesites, hicimos varias paradas para las visitas.
El primer lugar fué el Castillo de San Ángel (Castel Sant' Angelo). Lo une con el resto de la ciudad un puente sobre el Tiber flanqueado por diez símbolos de la pasión de Cristo basadas en los diseños de Bernini. Su núcleo cental, il cilindro, se edificó en el año 139 d. de C. por voluntad de Publio Elio Adriano para que fuera su tumba y la de su familia así como la de sus sucesores. Hasta el año 217 d. de C. mantuvo tal dedicación, pero a partir de entonces funcionó como fortaleza. Su nombre viene de la leyenda que cuenta que un ángel apareció en su cima envainando su espada como signo de que se acercaba el final de la epidemia de peste que asoló Roma. En la edad Media sirvió como cárcel y varios papas lo utilizaron como residencia de forma que cada uno construyó nuevas estancias aplicando estilos propios. En el interior podemos encontrar la Sala de Apolo donde vemos la Coronación de la Virgen de Luca Signorelli. La sala de Adriano da paso a la pequeña sala del tesoro del papa Sixto V. La sala Paulina, muy ornamentada, es de mayor tamaño que el resto. El papa Pablo III habitó la sala de Perseo y el dormitorio contínuo.
En la parte media encontramos una cafetería así como salas de armería. Desde allí se puede disfrutar de una panorámica de una gran parte de Roma.








 Nuestra siguiente parada fué en Barberini para, desde allí, ir caminando en busca de la Fontana di Trevi. Construída en el siglo XVIII en la fachada del Palacio Poli.¡En mi vida había visto tanta gente alrededor de una fuente! y dicen los del lugar que septiembre es un buen mes para visitar Roma porque no hay tanta gente y la temperatura es más fresca. Trevi era el nombre de una mujer virgen que sufrió el ataque de unos soldados que iban de copas y conservó su virginidad indicándoles la situación de esta fuente en la que podrían saciar su sed. Esta historia está plasmada en dos relieves de la fuente.
En ella vemos a Neptuno en el centro y las estatuas de la Abundancia y la Salubridad en los laterales. Neptuno fué tallado por Pietro Bracci según los planos de la fuente de Nicola Salvi tras perder el concurso presentado por el papa Clemente XII. La Fontana fué terminada por G. Panini en 1762, quien sustituyó las alegorías laterales por esculturas de Agripa y Trivia.
Una leyenda  sostiene que los visitantes que arrojan una moneda a la fuente aseguran su regreso a Roma. La interpretación actual dice que dos monedas llevan a un nuevo romance y tres aseguran un matrimonio o un divorcio. Otra versión de esta leyenda es que trae suerte arrojar tres monedas con la mano derecha por encima del hombro izquierdo a la fuente.

Saturno domando a los hipocampos

Saturno y a sus lados Agripia y Trivia.
Sobre estas tenemos unos bajorelieves que explican el origen del nombre de Trevi.




Seguimos nuestro recorrido y nos dirigimos al Panteón. La entrada es libre. Fué comenzado por Agripa, en el año 27 a. de C. y remodelado en la época de Adriano tras el incendio que lo destruyó totalmente. Era un templo dedicado a los siete dioses planetarios pero luego se dedicó al culto cristiano en la época de Bonifacio IV y como panteón de algunos reyes de Italia. Aquí se encuentra el sepulcro de Rafael, bajo la escultura de la Madonna a la izquierda del altar mayor.
Destaca su exterior formado por el pórtico grecorromano y 16 columnas corintias de un sólo bloque de granito egipcio. En su interior destaca la cúpula con el ojo central de 8.92 metros de diámetro.




Gran cúpula y ojo central del Panteón

Madonna

Tumba de Rafael


Seguimos caminando hasta llegar a la Plaza Navona. Este espacio se incluye dentro del corazón del campo de Marte, que servía como terreno de maniobras para el ejército y lugar de reunión de los comicios centurianos. Tiene forma rectangular porque respeta la forma del estadio de Domiciano construído entre el 81 y 96 d. de C. En ella encontramos las fuentes de Bernini, una de ellas es la fuente de los cuatro ríos más grandes del mundo conocidos en aquella época. Una de las imágenes que representa al río Nilo tiene los ojos tapados como símbolo del desconocido origen del mismo. Otra imagen tiene el brazo alzado como protegiéndose del "desplome" de la iglesia contruída por Borromini (su rival).
De Borromini y Rainaldi es la iglesia Sant'Agenese in Agone, construída en el lugar donde la virgen fué martirizada desnuda y milagrosamente cubierta por los cabellos que crecieron cubriéndola (según cuenta la tradición).
Otras dos fuentes, la fuente de Neptuno y la fuente del Moro fueron esculpidas por Giancomo della Porta.






Representación del Nilo.


Interior de la iglesia de Borromini y Rainaldi.


En esta plaza y en sus estrechas calles radiales podemos encontrar gran cantidad de cafés y restaurantes italianos que siempre están llenos de clientes. Además es una plaza para los admiradores de pintores urbanos.

Seguimos nuestro recorrido y no podemos olvidar el pintoresco barrio del Trastevere (trans tiberi = tras el Tiber). Esta zona no se llenó de edificios civiles y de casas hasta la época de César. Desde el primer momento de la visita se nota que se trata de un barrio popular, donde residían los artesanos y obreros. En la zona del porta Portese fué descubierto el cementerio judío más antiguo y es que fué asentamiento de colonias extranjeras entre las que destacaron los judíos expulsados de la URSS. Desde el siglo XIX fué un burgo marítimo pero gran parte se destruyó por la construcción de los márgenes del rio Tiber. Actualmente sus habitantes presumen de ser los que mejor han conservado la sangre romana hablando incluso un dialecto romano. Allí visitamos la Iglesia de Santa Cecilia, construída en el lugar donde se encontró su cuerpo yacente, y la iglesia de Santa María: la primera iglesia construída en Roma por el papa Calixto III y la primera dedicada a la Virgen. En la entrada nos llama la atención las lápidas que cubren las paredes. En el interior un importante artesonado dorado en el techo y la Asunción en el centro (Domeniquino). Destacan los mosaicos del abside con Cristo y la Virgen en el mismo trono.

Iglesia de Santa Cecilia en Trastevere


Iglesia de Santa María en Trastevere




Pasamos ahora por la Plaza de España. Desde el año 1577 se intentó unir la iglesia de la Trinità dei Monti con la plaza. Esta plaza debe su nombre a que la embajada de España estableció su sede aquí en el siglo XVII. La escalera de 137 escalones se llenan de azaleas en primavera y suben hasta la plaza de la Trinità donde se levantó un obelisco procedente de los jardines de Salustio.
La Iglesia de la Trinità dei Monti fué remodelada en el siglo XIX. Hoy es uno de los lugares de encuentro más importantes para la juventud de Roma.






Interior de la Iglesia de la Trinità dei Monti

Obelisco y panorámica de Roma



Embajada de España
Nos vamos ahora a la Ciudad del Vaticano. Eso sí, dejaremos los Museos Vaticanos para otra entrada pues merece una mención aparte.
Los límites actuales se decidieron en los acuerdos de Letrán en 1929, firmados por Musolini. Es uno de los seis miniestados europeos con una extensión de 44 hectáreas y una población de unos 900 habitantes. Su lengua oficial es el latín. La máxima autoridad del estado es el Papa. Su nombre viene del Monte Vaticano (en latín: Vaticinium=predicción).

Extraído de Wikipedia

En cuanto a la economía, el Vaticano se mantiene gracias a su actividad turística y los beneficios obtenidos de la misma además de aportaciones mundiales de la organización católica. La moneda Vaticana es el euro pero con acuñación propia reconocida en toda la zona euro.
Destacar en cuanto al arte, la Basílica del Vaticano, la plaza de San Pedro, la Capilla Sixtina y los Museos Vaticanos, que guardan obras de Rafael, Miguel Ángel, Bramante y Bernini entre otros ilustres artistas.
La guardia Suiza es el cuerpo militar encargado de la seguridad del Vaticano. Aún visten el uniforme diseñado por el Comandante de la guardia Jules Répond según bocetos de Miguel Ángel. Su origen se remonta a la vida del Papa Sixto IV, que hizo tratados con la Confederación Suiza. Aunque la fundación del cuerpo militar más pequeño del mundo (110 soldados) data de 1505.
Constantino I el Grande decide la construcción de la Basílica de San Pedro en un lugar con gran desnivel y donde muchos arquitectos de la época desaconsejaban su ubicación. Pero éste insistió seguro de que la tumba de San Pedro se encontraba justo en ese lugar.
Fué el Papa Pío XI quien descubrió un mosaico bajo el baldaquino de Bernini del Altar Mayor que aseguraba la existencia de la necrópolis donde la tradición aseguraba estar enterrado San Pedro.
Sin embargo, fué el Papa Pío XII quién confirmó la existencia de la tumba de San Pedro en el lugar en Junio de 1968.
En el siglo XV y dado que la Basílica paleocristiana amenazaba con derrumbarse, el Papa Nicolás V encargó la reconstrucción a Leonardo Rosellino pero con la muerte del Pontífice sólo tres años después se pararon las obras. El Papa Julio II reinicia las obras basándose en planos de Bramante y acaban con Pablo V en 1626. La cúpula de la Basílica corresponde a Miguel Ángel.




Guardia Suiza.

Detalle de la fachada sobre la cual encontramos a Jesucristo portando la cruz junto con las imágenes de los doce Apóstoles.

Detalle del techo de la entrada

La Piedad de Miguel Ángel. Se encuentra a la derecha tras entrar en la Basílica y está protegida por un cristal.


Tumba del Beato Juan Pablo II  (Papa desde 1978 hasta 2005)


Baldaquino del Altar Mayor

Interior de la cúpula de Miguel Ángel.


Tumba con los restos de San Pedro situada bajo el Altar Mayor.



Listado de los Papas que se encuentran enterrados en esta Basílica. Este listado se encuentra entrando al Tesoro y la Sacristía.




De la Basílica de San Pedro a otra de menor tamaño pero de gran importancia histórica en Roma. La Basílica de Santa María la Mayor.
Dice la leyenda que una aparición de la Virgen diciendo que allí donde apareciera nieve debían contruir una iglesia. Así fué y el Papa Liberio madó su levantamiento en el año 360. Sobre la primera edificación se levantó otra por el Papa Sixto III.
Tiene diferentes estilos arquitectónicos, desde el paleocristiano hasta el barroco. El campanario medieval es el más alto de Roma.
En su interior destaca el artesonado renacentista del techo de Giulliano da Sangallo. El abside externo  de Rainaldi.
En esta basílica está enterrado el Papa  San Pio V y Sixto V (este último mandó la construcción de la capilla sixtina de esta iglesia).
Bajo el santuario de la Basílica de Santa María la Mayor está la cripta de Belén . Aquí se guarda la reliquia de una cuna que se cree utilizada en el nacimiento de Cristo.
En la cripta de Belén está enterrado San Jerónimo, que tradujo la Biblia al latín. También se encuentra la tumba de Bernini.








Otro lugar de obligada visita en Roma es la Piazza del Popolo (plaza del pueblo). Construída en la puerta norte de las murallas aurelianas, donde estaba la puerta Flaminia. De estilo neoclásico según planos de Valadier. En el centro de la plaza vemos el obelisco dedicado a Ramsés y que se trajo desde la Heliópolis. Rodeando la plaza vemos las iglesias gemelas, la Puerta del Popolo que fué adecentada por el Papa Alejandro VII cuando la reina Cristina de Suecia se convirtió al catolicismo (la obra es  de Bernini) y una comisaría de Carabinieri.






Seguimos nuestro recorrido y no podía faltar el acceder a uno de los elementos arquitectónicos más impresionantes y emblemáticos de la cuidad: el Coliseo. Fué comenzado por Vespasiano en el año 72 d. de C. y terminado por su hijo Tito en el año 80. Su nombre verdadero era el de Anfiteatro de Flavio, pero se conoce como Coliseo por su proximidad con una colosal estatua de Nerón que se encontraba cerca del lugar.
Durante la catástrofe de los normandos queda desatendido y parte de su estructura original fué utilizada en la reconstrucción de la ciudad. Benedicto XIV consagró la estructura del Coliseo a la celebración del Via Crucis para así poder conservarlo.
El anfiteatro consta de cuatro pisos, es de forma elíptica con un diámetro más largo de 187 metros y otro más corto de 155 metros. En su exterior existían tres niveles de arcos sostenidos por columnas dóricas, jónicas y corintias en cada nivel. Alejandro Severo añade un muro exterior al cuarto piso. Toda la estructura estaba cubierta por mármol y adornada por estatuas y medallones. En el piso superior colgaban escudos. En la parte superior existen 240 modillones en los que se clavaban las vigas que sostenían el toldo que utilizaban para la protección del sol y la lluvia.
En su interior, las gradas separaban los diferentes niveles socioculturales de la antigua Roma. Bajo la arena se encontraba un importante entramado de galerías y habitáculos en los que existían sistemas de poleas para subir a las fieras durante las luchas. Incluso, esta zona se inundaba para poder simular batallas navales.
Para todos aquellos que deseen visitar este monumento les recomiendo que empiecen comprando las entradas en la puerta de acceso al foro romano (se pueden comprar las del foro y el coliseo juntas) por la mañana temprano, así evitarán colas muy largas en ambos sitios y luego utilicen esa entrada para ir al Coliseo (entras por otro lado sin hacer las colas de taquilla).











Junto al Coliseo está el Arco de Constantino. Erigido en el año 312 d. de C. tras la victoria del emperador sobre Majencio en el puente Milvius. Se ha sugerido que su parte inferior proviene de un monumento anterior. El nivel inferior está construído con bloques de mármol mientra que el superior es de ladrillo con aplicaciones de mármol.
La inscripción se traduce: Al Emperador César Flavio Constantino, el más grande, pío y bendito Augusto: porque él, inspirado por la divinidad, y por la grandeza de su mente, ha liberado el estado del tirano y de todos sus seguidores al mismo tiempo, con su ejército y sólo por la fuerza de las armas, el Senado y el Pueblo de Roma le han dedicado este arco, decorado con triunfos.





Entramos en el Foro Romano y el Palatino. Fué el centro de la vida civil, jurídica y económica de la época romana. Estaba atravesado por la Vía Sacra, que conducía hasta el collado capitolino.

Uno de sus restos importantes es el Arco de Tito, levantado tras la batalla ganada con la destrucción de Jerusalem en el año 70 d. de C. Está adornado por bajorrelieves que representan la apoteosis de Tito cuya alma se eleva al cielo por el águila imperial, Roma guiando la cuádriga imperial y la Victoria.


En nuestro recorrido podemos ver la Basílica de Majencio: llamada también de Constantino dando así su nombre a sus constructores inicial y final. Impresiona su grandeza. Consta de tres naves, una central y dos laterales, con su gran abside y poderosas bóvedas de cañón. En ella se encontraba una gigantesca imagen de Constantino. No tenía una función religiosa sino jurídica y comercial.




La Casa de las Vestales era como un "convento" donde residían las vestales (mujeres vírgenes pero con una gran cantidad de privilegios sociales y económicos). Esa casa fué reconstruída casi por completo por el emperador Septimio Severo después del incendio que sufrió en el 191.
Está situada detrás del templo circular de Vesta. Era una casa de tres pisos y 50 habitaciones con un centro formado por un patio ajardinado y una doble piscina. En este jardín podemos ver los restos de las estatuas de las vestales que aún se conservan.

Las basílicas Julio y Emilia están situadas una frente a la otra y separadas por la vía sacra. La primera fué encargada por Julio César y tenía cinco naves separadas por tabiques, permitiendo así la celebración de varias audiencias a la vez. La segunda fué fundada en el 179 a. de C. por Emilio Lepido y Fulvio Nobiliore y fué desvastada por un incendio en el siglo V.



El templo de Saturno fué erigido por el Cónsul Tito Larcio en el 498 a. de C. Sirvió como tesoro público entre los que se encontraba el oro del rescate dado a Brenno y que luego arrebataron gracias a Camilo.



























El Arco de Septimio Severo fué levantado en honor al mismo y de sus dos hijos Geta y Caracalla. Este primer hijo no aparece en la inscripción del arco pues fué asesinado por su hermano y borrado su nombre.
Está adornado por escenas guerreras que ilustran las victorias del emperador.


El Palatino fué la cuna de Roma. Aquí fué trazado, según narra la leyenda, el surco de Rómulo. Este collado sirvió de residencia a los césares.  Se puede subir al Palatino por el clivus palatino llegando a la villa Farnese donde admiraremos los huertos y jardines farnesianos así como el palacete del siglo XVI. Desde aquí bajamos por un escalera al área palatina donde encontramos restos del templo de la Magna Mater. Podemos desde aquí bajar a la casa de Livia decorada por importantes y no bien conservadas pinturas murales. 
Si seguimos  nuestro camino podremos admirar la Domus Augustiana o casa de los augustus, donde habitaba la corte.
La casa de Augusto y Livia destaca por sus frescos en las habitaciones con temas mitológicos.



Llama la atención el esplendor que se puede imaginar del Estadio de Domiciano de 160x48 metros. Estaba adornado por un pórtico de dos pisos sufriendo luego varias modificaciones.




El Circo Máximo se encuentra a los pies del Palatino y tiene forma elíptica. Se trata de una cuenca inmensa. Su construcción comenzó durante la época de los reyes etruscos y en la época de Augusto esta construcción daba cabida a 150 mil espectadores. Posteriormente, Trajano aumentó su capacidad hasta lograr los 250 mil. En este recinto ocurrían las carreras de bigas. Incluso en la época de Nerón se realizaban carreras de dromedarios. El obelisco que encontramos hoy en la Plaza del Popolo se hallaba en el centro de este gran circo.



Mención especial voy a dar al Foro de Augusto. Este emperador construyó este foro con un templo en honor a Marte Ultor en el año 2 a. de C. La espada de César se conserva aquí como reliquia.


Me he dejado atrás muchos lugares pero voy a terminar mi recorrido recomendándoles que también visiten el Capitolio, el Campo di fiori, suban un domingo al Gianicolo para ver el cañón que disparan a las 12 del mediodía y el monumento a Giuseppe Garibaldi, visiten la columna de Trajano...
Por último les dejo otras imágenes de mis días en la ciudad, entre las que verán las de la iglesia de Santa María in Cosmedin (que guarda las reliquias de San Valentín) y donde se encuentra la boca de la Veríta (la leyenda dice que si mientes te amputa la mano); el Quirinale (residencia hoy del presidente de la república y antigua residencia de verano de los Papas),  e imágenes de los jardines de Villa Borghese y el templo circular de Hércules, entre otras.

Interior de la Iglesia Santa María in Cosmedin


Reliquias de San Valentín.

Templo de Hércules

Lago de los jardines de Villa Borghese

Templo dedicado a Escolapio en Villa Borghese




Palacio del Quirinale

Monumento a Vittorio Emanuelle II en la plaza Venezia


Capitolio


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